La República Dominicana, piratas del Caribe, tesoros escondidos…. ¿Y si resultara que esta historia no era sólo producto de la imaginación? A día de hoy, Roberto Cofresí sigue inspirando a artistas contemporáneos, apareciendo en sus libros o películas. Es uno de los piratas caribeños más famosos que reinaron sobre mares y océanos exóticos a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Nuestro hotel debe su nombre a la Bahía de Cofresí, que a su vez – como habrás adivinado – fue bautizada con el nombre del mismísimo pirata Cofresí. En el post de hoy, le invitamos a conocer la turbulenta historia de uno de los piratas más famosos del Caribe.
Entrelazado con el mar
Roberto nació en junio de 1791 en el pintoresco pueblo de Cabo Rojo, situado en la costa suroeste de Puerto Rico. Con sólo cuatro años, el niño perdió a su madre, y tras este suceso fue criado por su tía y su padre, que fue una figura importante para él. Desde muy pequeño, a Roberto le encantó la aventura, preferiblemente en compañía del mar. El mar era un refugio al que volvía siempre que podía. Los investigadores de la historia de la región lo describen como un niño fuerte y decidido, de carácter inquebrantable y extraordinario valor [1]. La ubicación de Cabo Rojo convirtió al pueblo en un importante centro portuario donde el contrabando no era inusual. Cofresí comenzó su aventura como marinero, pero muy pronto decidió seguir su destino y domar las olas como pirata. En el transcurso de su «carrera pirata» eludió a barcos españoles, daneses, franceses y estadounidenses, entre otros. Finalmente, las autoridades locales organizaron ayuda internacional para capturarlo: tendieron una trampa a Roberto y su tripulación, obligándoles a luchar. El corsario consiguió escapar del barco y esconderse en tierra, pero la buena suerte no le acompañó mucho tiempo – Cofresí y la mayoría de la tripulación fueron ejecutados poco después; este suceso tuvo lugar en 1825.
La figura de Cofresí en los cuentos populares
Hay muchas leyendas que se transmitían de generación en generación hace mucho tiempo; entre ellas, por supuesto, no podía faltar la historia de Roberto Cofresí. Según un cuento, los inicios de su futuro pirata ya habían comenzado cuando era un niño. De niño, a Roberto le encantaba ir de excursión, normalmente en compañía de su querido padre, que se dedicaba a vender café a los comerciantes que llegaban a Guánica. Un día, el capitán de uno de los barcos recogió su mercancía y, tras no pagar al padre de Roberto, acorraló a sus hombres, que le golpearon y ataron antes de arrojarle a uno de los barcos costeros. El suceso dejó huella en el joven, que juró vengarse. Pasaron los años y Roberto creció con su padre a su lado, aún con el recuerdo del incidente de unos años antes. Un día, el padre de Roberto se murió, dejando al muchacho de veintiún años con dolor en el corazón. Sin embargo, también despertó un deseo de venganza que llevaba tiempo creciendo y que ahora alcanzaba proporciones tangibles. No pasó mucho tiempo antes de que Roberto ordenara construir un barco, el más resistente posible, y cuando la nueva adquisición llegó a sus manos, celebró una fiesta en honor del comienzo de un nuevo capítulo en su vida. Los amigos que participaban en la ceremonia se dieron cuenta de que Roberto emanaba tristeza, tras lo cual empezaron a preguntarle por qué se sentía así. Roberto contó a sus amigos una historia que le había ocurrido a su padre años atrás, evocando un sentimiento de solidaridad. Pocos días después, toda la tripulación se hizo a la mar con un propósito concreto: encontrar al capitán que había marcado el futuro de Roberto hacía una docena de años. Pasaron muchos días de viaje antes de que en el horizonte apareciera un barco navegado por el hombre que Roberto no podía olvidar hacía tantos años. Cofresí vengó a su padre, luego saqueó el barco enemigo y regresó a la ciudad para enterrar el tesoro, que aún no ha sido encontrado. Hasta el final de su vida, Roberto Cofresí dominó las aguas del Caribe, sembrando el miedo entre los marineros que temían un enfrentamiento con el legendario pirata y su tripulación.
¿Dónde pasaría la noche el pirata de Cofresí?
La bahía de Cofresí, lugar ideal para los amantes de las aventuras marítimas, debe su nombre precisamente al pirata Cofresí. En la bahía se encuentra la playa de Cofresí, un refugio ideal para los que buscan relax, pero también para los amantes de actividades acuáticas como submarinismo y snorkel.
Como habrás adivinado, el nombre de nuestro hotel también está inspirado en este famoso pirata.
Estamos seguros de que si Roberto tuviera que elegir el lugar perfecto para relajarse después de un largo viaje por mar, sería Cofresi Hills Residence.
No es de extrañar: elegancia combinada con comodidad, el más alto nivel de servicio y suites con vistas al océano… y además hay varios escondites, perfectos para localizar tesoros.
Tanto si navegas por los mares como si disfrutas de unas vacaciones o trabajas a distancia, el hotel Cofresi Hills Residence te proporcionará la relajación que anhelas al más alto nivel. Quién sabe, tal vez mientras contemplas la puesta de sol, veas a lo lejos un barco que recuerda engañosamente a la meca marina de un pirata legendario…
[1] Esta información procede, entre otros, del Dr. Ibern Fleytas, que ha investigado la historia de Cabo Rojo.
