Aunque el merengue pueda evocar tardes despreocupadas, esta música y este baile vibrantes tienen una historia rica y compleja. Remontémonos a principios del siglo XIX, a pequeños pueblos dominicanos: allí resonaron los primeros sonidos del merengue, que pronto se extendió por todo el país. Hoy en día, el merengue no sólo lo bailan los dominicanos, sino también personas de otros países latinoamericanos, mezclando elementos de sus culturas nativas en el ritmo. Si has tenido la suerte de visitar la República Dominicana, seguro que has experimentado el baile espontáneo que tiene lugar en los bares de la calle, en las tiendas o playas. El merengue es uno de los símbolos de la República Dominicana y una vibrante expresión de la alegría y la pasión dominicana. En la historia del país, el merengue no sólo ha sido parte integrante de los actos celebrados en los pueblos dominicanos, sino que también ha tenido sus momentos en la escena política.
Un volcán rítmico con raíces africanas y europeas
El término „merengue” se refiere tanto a la música como al baile nacional de la República Dominicana, una fusión de influencias africanas y europeas. Francisco Ñico Lora – un músico, compositor y violinista dominicano – conocido por sus espectáculos improvisados y por componer para el público „sobre la marcha”, es considerado el padre del género. El merengue se caracteriza por un ritmo vivo y un énfasis en el primer paso. Suele bailarse en pareja, aunque también se puede bailar en solitario. Si ves un acordeón y dos instrumentos de percusión llamados „güira” y „tambora” (foto de abajo) entre los instrumentos que acompañan a los músicos, puedes estar seguro de que el ambiente pronto se llenará con los sonidos del merengue. La güira es un instrumento parecido a un rallador, cuyas raíces se remontan a los indios taínos, los habitantes indígenas de las Bahamas y las Antillas Mayores, incluida la República Dominicana. La tambora, por su parte, es un tambor bicéfalo de origen africano que antaño se fabricaba con barriles de ron reciclados. Como veremos más adelante, el merengue ha evolucionado con el tiempo y los músicos han introducido nuevas variantes e instrumentos. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que este trío sigue siendo un elemento esencial de cualquier fiesta merenguera. La fusión de sonidos creada por estos instrumentos sigue marcando el ritmo de muchas celebraciones dominicanas y emociona a los turistas, dándole un encanto único a su aventura caribeña.
Tambora (a la izquierda) and güira (a la derecha)
Merengue: ¿La carta de triunfo de un dictador?
El merengue no siempre creó sentimientos positivos; en particular, los representantes de la clase alta dominicana del siglo XIX consideraban que la enérgica combinación de baile y música era a veces demasiado provocativa. Debido a estas protestas, el ex Presidente dominicano Ulises Espaillat prohibió el merengue en el espacio público a finales del siglo XIX, medida que recibió críticas generalizadas por parte de los dominicanos, que siguieron bailando en sus hogares. Fueron los esfuerzos de los músicos, entre ellos el ya mencionado Lora, los que hicieron que el merengue sobreviviera a su peor época y recuperara su lugar en el espacio público entre 1910 y 1920. Tras la llegada al poder de Rafael Trujillo en 1930, el merengue se convirtió en una herramienta para promover su culto a la personalidad, al tiempo que ganaba protagonismo y evolucionó lentamente hasta convertirse en el símbolo nacional de la República Dominicana. Cabe señalar que la popularidad del merengue no se extendió inicialmente por todo el país, sino que el género encontró popularidad sobre todo en las zonas rurales y entre las clases sociales más bajas. Trujillo utilizó el merengue para construir su imagen, encargando a músicos que compusieran melodías en su honor, incluyendo, por ejemplo, la canción „Trujillo es grande e inmortal”. El hermano del dictador, Petán Trujillo, también desempeñó un papel importante en la popularización del merengue, presentado este género regularmente en la emisora de radio «La Voz Dominicana», patrocinada por el Estado. Una de las primeras canciones en ganar reconocimiento en todas las clases sociales fue la de 1936 „Compadre Pedro Juan” (Compadre Pedro Juan – YouTube), compuesta por uno de los músicos y popularizadores más conocidos del merengue, Luis Alberti.
Merengue de la calle: ¡el auténtico espíritu de la República Dominicana!
En la segunda mitad del siglo XX, el merengue ganó popularidad más allá de las calles y los salones de baile. El género se abrió paso en salas de estar. Esto ocurrió cuando los músicos empezaron a experimentar y crear nuevas variaciones del merengue. Tatico Henríquez, considerado el padrino del merengue moderno, introdujo el saxofón en la sección de instrumentos, mientras que Rafael Solano incorporó el bombo. En la actualidad, el merengue sigue inspirando a artistas contemporáneos, que lo mezclan con otros ritmos para producir música de baile que cautiva al público en la pista. Una canción particularmente notable en este género es „El Merengue” de Marshmello y Manuel Turizo, que ha cosechado una importante atención en YouTube (1783) Marshmello, Manuel Turizo – El Merengue (Official Video) – YouTube). La sección de comentarios bajo el video demuestra que el merengue ocupa un lugar especial en la cultura dominicana, como afirma un usuario: „Como dominicano, estoy orgulloso de este tipo de merengue… Lo escucho una y otra vez”.
No es de extrañar que el merengue haya sido incluido en 2016 en la lista nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, convirtiéndolo en un símbolo nacional junto con el larimar. Curiosamente, el día del merengue se celebra el 26 de noviembre, solo unos días después de la fiesta del larimar, el 22 de noviembre (puedes leer más sobre larimar en este artículo: El tesoro único de la República Dominicana: larimar – Cofresi (cofresihills.com). Si planeas visitar la República Dominicana en el segundo semestre, ten en cuenta estas fechas. No obstante también hay sorpresas en el primer semestre. Cada verano, la capital del país, Santo Domingo, acoge un festival de merengue que dura dos semanas, entre junio y agosto. Sea cual sea la fecha de tu viaje, el merengue te acompañará en todo momento.
Los dominicanos bailan merengue en cualquier momento y lugar. En tu aventura dominicana, déjate llevar por el baile y forma parte de la colorida comunidad. ¡Prueba tus propios movimientos y disfruta la cultura dominicana al ritmo del merengue!
Escrito por Zuzanna Szczygłowska.